Narvalia Midnight

1 de junio de 2011

Magia


Magia. A esa palabra reduzco lo que ha sido mi fin de semana. 

Si, en medio de los exámenes, con una borrasca en ciernes y a mi no se me ocurre otra cosa que meter de lleno a la magia en mi vida, pero empecemos por el principio…

¿Qué es la magia? Alucinad, toda una escéptica de los pies a la cabeza como yo dejándose llevar por el lado oscuro de la magia y es que cuando te falta un poco de ilusión en la vida,  esta aflora hasta en los sitios más insospechados… y es que la magia es eso, ilusión, el dejarse llevar por lo que pueda venir sin hacer preguntas, el dejarse sorprender por la persona más cercana a ti, todo eso es algo que se nos olvida a los mayores cuando llegamos a cierta edad, esa edad en la que las responsabilidades superan a la necesidad de pasarlo bien, aunque sea un instante, en un mundo de locos.

Y así empecé el sábado por la noche. Una conversación en Twitter y ya estaba liada. ¡Si es que no se nos puede dejar solas!.

Total, que media hora después estaba subida en un coche camino de un lugar en el que nunca había estado y que si me hubiesen dicho un par de horas antes que iba a echar de menos cada segundo que no pasase allí les hubiese dicho que estaban locos.

Pues nada, dicho y hecho, allí que nos plantamos.

“Hola Chico Multitasking, ¿hubo suerte en localizar al Mago?”

Pero no fue el caso, el Mago debió pensar que como nada es lo que parece en su mundo, nosotras estábamos de broma y tampoco nos apareceríamos por el local…

Pero en fin, sigamos con lo nuestro… Poco me hacía pensar que allí nada era lo que parecía y que hubiese Mago o no, aquel lugar exudaba magia por cada uno de sus... focos.

El Chico Multitasking, informático de profesión, fotógrafo de corazón, aquella noche DJ porque le tocaba (y otras muchas cosas que iría conociendo a lo largo del tiempo y que pienso seguir descubriendo), nos informó amablemente que no había podido ser, pero que por favor nos tomásemos algo y nos quedásemos un rato.

“Chicas, una cosa más, ¿puedo hacer una foto?” “Pues claro, ¡si!”

La terraza magnífica, la compañía mejor, así que después de una copa bajamos un rato a bailar y oye, que la música no estaba mal. Pero que nada mal.

Ni rastro del “chumba chumba” al que estaba acostumbrada en los bares y pubs de marcha más cercanos a mi ciudad, así que ni corta ni perezosa mandé un Twitt “¿Está la gramola abierta? ¿Hay algo de Bon Jovi movidito?” yo siempre fiel a mi estilo…

¡Anda! Pues si, la gramola estaba abierta, si.

“Bea, esto está petado, y si vamos con el chico Multitaskin y así hacemos compañía…”
“¡Hola! ¿Qué hay? Mola esto y tal…”

“Hola  tengo algo para vosotras”. Y qué grata sorpresa la mía cuando descubrí que el Mago no era él único que hacía magia en ese local… y es que todo se contagia un poquito de ilusión cuando la magia está presente.

Lo que vino a continuación creo que no podré olvidarlo, no sé si porque me sorprendió de veras, o porque creo que es el mejor detalle que han tenido nunca conmigo, el caso es que aunque intenté disimularlo Multitasking me pilló a la primera, así procuré hacerme la dura mientras me secaba los ojos de pura alegría.

Pero la noche no había hecho más que empezar.

Cuando estoy en un sitio me gusta observar, contar mentalmente la historia de la gente, lo llevo haciendo tantos años que pocas veces suelo equivocarme ni tan siquiera en los detalles más pequeños.

Una chica allí a la que acababa de dejar su novio y que solo buscaba un rollo de una noche. Un chico al otro lado de la pista al que le gustaba coquetear con una y con otra o aquel otro señor que solo estaba intentando demostrarse a si mismo que seguía siendo el rey de la pista. Un grupo de chicas de despedida de soltera y otras amigas que solo habían salido a divertirse un sábado por la noche. Gente de todo tipo, vamos.

Pero… “¿Y él?, ¿qué me dices de él?”. Uhmmm ¡vaya! poca cosa, informático, fotógrafo, Dj, Mago… La verdad es que nada de eso le pega demasiado… ¡vaya! esto nunca me había pasado… “Pues eso, que no tengo ni idea”. Y encima  se queda mirando, pensando… y no tengo ni idea… madre mia, que vergüenza (cosa que no echaba en falta desde hace mucho tiempo).

Total, a las 5 de la mañana, después de clásicos de los 70-80-90, greatest hits del momento, un George Michael que solo apareció en foto, salsa, merengue y todo lo que pudimos pillar además de convertir a mi amiga en Dios por 3,45 minutos que dura una canción de Tony Tun Tun decidimos despedirnos del Chico Multitasking y del bar de blanco hasta después de los exámenes.

Coche para el pueblo vecino y yo con el móvil en la mano. “¿Puedo hacerte una pregunta?” maravilloso invento este del WhatsApp.

La contestación se demoró un poco, pero la respuesta a mi questión me hizo acostarme con una sonrisa en la boca. Cosa rara, por estas fechas en mi persona.

Domingo. Me levanto como me acosté, con una sonrisa de oreja a oreja y sin posibilidad de borrarla de ninguna manera.

“Bea, ¿como voy a ir al bar otra vez? Y a quien engaño yo para que me traiga hasta aquí…” “Bea, a mi también me encantaría ver al Mago, pero chica…” pues nada, a las 9 de la noche ya estaba de camino hacia allí por segundo día consecutivo.

“¡Hola Chico Multitasking! ¿Ha llegado el mago?” “Si, si. Está arriba, vayan subiendo”. “Pero ahora vienes ¿no?” “Claro, dame cinco minutos”.

Resumiendo, que en un plan de locura, de un momento para otro, me encontré con mi amiga, el Mago, el Chico Multitasking y una de sus amigas, mi hermana y otra amiga, uno de mis amigos de la facultad que a su vez había llevado a otros dos chicos y al primo del mago con su novia. (Que por cierto, qué chico tan majo).

La noche insuperable, el mago regalando ilusión, como siempre y lo peor es que nos da las gracias por ir… ¡Vega ya! Gracias a ti por permitir que todo esto sea posible.

La conversación es inmejorable, un poco de ciencia, un poco de fotografía, un poco de magia, y yo que no me canso de seguir descubriendo cosas del chico Multitasking.

Madre mía, y pensar que todo empezó por una noche en un pub con nombre de comida para osos panda al que no pensaba ni ir, y que siguió con un concurso con streaming incluido en el que fue la primera vez que me tocaba algo.

Supongo que es porque todos tenemos un momento para la magia, para la ilusión, para encontrar a alguien que cambie tu forma de pensar y dejarte sorprender por ello.

La mía fue ahora, justo a tiempo. Justo para recordarme que no hay que perder la ilusión, que los sueños existen y se cumplen, que la magia existe y que hay personas pueden sorprenderte día a día y arrancarte una sonrisa, ylo peor de todo es que la adivinan a través del WhatsApp.

Gracias Chicos por haberme permitido encontraros, pero sobre todo, gracias por la magia.

Narvalia Midnight.

2 comentarios:

  1. Jaja, enhorabuena por disfrutar de ese finde… y lo que venga detrás! ;)

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  2. Gracias Dark =) ahora entiendes lo que te decía ayer de que a veces es mejor quedarse con la magia?

    Lo que venga después... de momento solo exámenes, pero luego... el verano puede traer cosas muy buenas e interesantes este año:P un bso y gracias!

    (ains! si Feynman leyese mi blog, seguro le daba un patatús XDDDD)


    P.D.: señoras que la lian y borran lo que no deben XDD

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