Reflexiones a medianoche

Narvalia Midnight

11 de septiembre de 2011

Recapitulando el verano...


Empezar de nuevo la rutina después de un periodo estival en el que, por primera vez en mi vida me he dedicado a disfrutar, es cosa difícil para todos y yo no soy la excepción que confirme la regla...

Un año, terminando también mis merecidas vacaciones, encontré un pequeño artículo que merece ser leído al menos una vez en la vida. Os resumo las partes con las que me siento identificada:

“No me encuentro. No me hallo. Juraría que he mirado bien, me había dejado por aquí antes de vacaciones, y nada. He vuelto a mirar donde se solía guardar meses de abril y unicornios azules, y sólo he encontrado un pútrido septiembre que olía a meado de gato. También he vuelto a ponerme un reloj de pulsera y sólo he conseguido asfixiarme las venas e inesperados ataques de impuntualidad.

Esta rutina no me queda. (...)

Esto me pasa por alejarme tanto. En kilómetros, en hábitos, en interés. (...)Y yo me he ido tanto, que no he podido regar los problemas que creía tener, y ahora vuelven todos leves, raquíticos, moribundos, enfermos de insignificancia.

Miro a mi alrededor, buscaré cómplices. Alguien que tampoco se encuentre. Alguien que tampoco esté donde tiene que estar. Todos parecen tan propios, tan presentes, tan bien preparados para aparentar preparación.

Pronto al verano le saldrá un lunes como a quien le sale un quiste y alguien tendré que ser. Si no, ya me dirás.

Igual me perdí en el vuelo de vuelta, como una maleta. (...)

Espera. Igual me trajeron la maleta, sí, pero vacía. O sea, que he vuelto sólo en apariencia, y mi interior sigue de cachondeo por esos mundos de dios. (...)

Calla, ya lo tengo. Llamaré a objetos perdidos. (...) Oiga, no me tendrá usted por ahí. Lo sentimos, según su descripción, usted puede estar buscando a cualquiera, si no nos facilita más información no podemos ayudarle.

Papelitos. Papelitos colgados por las calles con el careto que tenía antes de mi desaparición y un teléfono. Eso siempre funciona. (...) Por favor, si alguien me ve, si alguien me encuentra, aunque sea por error, que me llame, que me escriba, que me diga dónde estoy. Se gratificará generosamente.

(…)

De pronto, suena el móvil. Es mi jefe. Pregunta qué es esa gilipollez de los papelitos. Antes de que se lo pueda explicar, me informa de que si no aparezco para el mediodía, me congela el sueldo, me releva del cargo, me escupe en el escritorio, se caga en mis muertos y me corta los huevos.

Mi identidad vuelve así como de repente.

Alegría desbordada.”

(Si quieres leer el artículo completo, puedes hacerlo aquí. )

Supongo que esto en el fondo nos pasa a todos. Pero este verano para mi ha sido diferente...

Cada cierto tiempo necesito romper con lo que me rodea y si bien hay siempre una constante en mi vida, este año ha sido, sobre todo, un año de cambios, y este verano no iba a ser menos.

Soy rara, eso ya lo tengo claro, y si queréis que os empiece a contar la historia desde el punto donde la dejé antes de tomarme dos meses sabáticos, os diré que no me he ido a ningún lado, no he necesitado salir de la isla para encontrarme a mi misma y descubrir un mundo entero en el que quiero quedarme mucho, mucho tiempo.

46 Km que recorrí casi a diario poniéndole a la vida la banda sonora que me apetecía en cada momento me han bastado para recordame quien soy, donde quiero estar y a donde quiero llegar, pero sobre todo, con quien.

Pop, Baladas, R&B, Indie y sobre todo, mucho, mucho Rock servían para amenizar el camino que me alejaba de él. 46Km que separaban mi casa de su tienda de informática.

En el camino he aprendido muchas cosas. Los autobuses es lo que tienen, que si no aprendes algo mirando afuera por la ventana, es que la lección a aprender se encuentra viajando en uno de los asientos que se encuentran a tu lado. Pero esa es otra historia, ya os hablaré de esas lineas 102 y 103 que no me cansaré nunca de coger.

Ese recorrido tiene algo especial, bueno, tiene muchas cosas especiales, pero una que me fascina sobre todas las demás. Justo en el Km 32 de la autopista del norte. Una frase de 20 metros escrita en la ladera de una montaña que cambia cada cierto tiempo. Son mensajes que te invitan a sonreir, a soñar. Ideas que te colocan en el lado positivo y cuyo objetivo es propagar el optimismo.

El responsable: Anoniman, un hombre anónimo. Él ha conseguido sintetizar mi verano en a penas 22 frases, mejor de lo que podría haberlo hecho yo misma.

Bienvenidos a mi verano:
  1. Dí lo que piensas.
Decir lo que piensas es siempre necesario. una buena relación se tiene que basar siempre en la verdad, y gran parte de esa afirmación pasa por decir lo que piensas,en todo momento. Si lo dices con el corazón, tranquilo, puede escocer un poco al principio, pero nunca, nunca va a doler.

Siempre he sido una persona bastante empática, hasta el punto que muchas veces sé lo que está pensando una persona antes que ella misma, aunque, curiosamente, mis amistades son aquellas que más dificil me resulta saber que están pensando, y él no iba a ser una excepción a la norma tampoco, así que de esta manera empezó todo, con una pregunta inocente... ¿Cariño, que estás pensando?.
  1. Siempre hay una primera vez.
Siempre. 

He tenido muchas primeras veces en mi vida, 21 años dan para mucho, pero las realmente significativas las podía contar con los dedos de una mano. Sobra decir que con él el número de primeras veces se ha elevado a la enésima potencia y las primeras veces importantes, esas que recuerdas con tanto cariño, bueno... ahora no me darían para contarlas los dedos de las manos de 15 personas diferentes. Aunque siempre, al final, me quedo con esa primera vez que me besó, porque, aunque no lo dijese, yo también me moría por besarle a los pies de un rompeolas y con la fuente de colores más grande de la isla en frente.
  1. No te rindas nunca.

Decía el autor del primer artículo que abandonar los sueños es como morirse por fascículos, abandonar una meta marcada debe ser lo mismo. Fue otro quien me enseñó que esta frase es cierta, pero necesité de su ayuda para recordarlo y es que, cuando estás en periodo de exámenes de una carrera como medicina, todo parece más cuesta arriba de lo que en realidad es.

Solo necesitas que alguien te lo recuerde desde fuera.
  1. Soltar el pasado.
Me gusta el pasado, de él surge todo lo que eres. Tus recuerdos, tus vivencias, tus conocimientos... pero también surgen cosas malas de él, experiencias negativas en las que se fundamentan tus más arraigadas dudas y miedos y es que... aunque el pasado se aleje cada segundo que pasa, a veces nos empeñamos en atarlo con una cuerda a nuestra muñeca para que no se nos escape, pero hay momentos en la vida en los que soltar el pasado y dejarlo marchar volando hacia el cielo como si de un globo se tratase es, no solo bueno, sino también sano. Incluso necesario...
  1. No te pierdas el eclipse.
Besos y primeras veces. Mi primer eclipse total de luna, mi primer beso bajo uno, y la primera vez que me estrecha alguien entre sus brazos y siento lo que sentí aquella noche. 15 de junio de 2011. No creo que pueda olvidar esa fecha... como acompañantes, él, yo, una superluna y aquella cámara de fotos con un trípode improvisado...
  1. Un café... con lecho?
Quien me conoce sabe que odio el café. En mi vida he tomado una taza, cosa rara en una estudiante universitaria, pero mi adicción es la Coca Cola Light. No obstante, me encanta acompañarle a por un “café natural”... siempre acabo aprendiendo algo.

Y si después surge el lecho, me es imposible resistirme...
  1. Te Quiero.
Sin más. Sin peros.
  1. ¿Sientes la Conexión?
Conexiones especiales. Me paso la vida buscando aquella persona a la que me une algo que no puedo explicar y que me gusta llamar así. No fuerzo nada, no busco la situación que me lleve a un individuo con el que conecto de una manera nunca antes experimentada, simplemente, me dejo llevar.

Y así me dejé llevar este verano... Él hace conmigo lo que quiere, es tan fácil que a veces me asusto a la vez que me sorprendo disfrutando de todos y cada uno de los momentos que paso con él.

De repente, como por arte de mágia, ahí estaba esa conexión que buscaba desde hace tanto, ¡por fín!. ¿que si la siento? Más que nunca...
  1. La farola del mar...
Aquella farola a la que una vez te agarraste para no caer al mar en medio de un pequeño tornado, o aquel faro que ilumina cerca de tu segunda casa, o de la primera, más bien, aquel que me quedé con ganas de rappelar.

Simplemente una imagen vale más que mil palabras...



“Sin Título Pero con una Gran Sonrisa” Alejandro Amador.
  1. Derrocha tus besos.
Los besos siempre han sido para mi un bien demasiado preciado para regalárselos a cualquiera, por ello lo pienso demasiado antes de darlos, pero en su caso... los derrocho. Se los regalo sin reparos, creo sin duda que con él estarán en mejores manos, o mejor dicho, en mejores labios que los mios.

Cientos de besos, miles, millones le he regalado ya y no me canso, y no creo que pueda cansarme nunca, si eso, ya me avisará él cuando tenga tantos que ya no pueda guardarlos en cada uno de los rincones de su cuerpo. Mientras tanto, no pienso preocuparme lo más minimo, yo sigo derrochando mis besos...

(Si quieres saber más de Anoniman, puedes ver su historia y sus frases Aquí. )

(CONTINUARÁ...)

5 de julio de 2011

Cena para dos.

Si amigos, mi vida es una continua serendipia desde hace casi dos meses y todo comenzó cuando un buen día me levanté por la mañana, ,me senté en mi habitual mesa del pasillo de la facultad de
medicina, miré al frente y me dije: “Estoy harta. Estoy cansada de buscar y no encontrar. Lo siento
mundo, pero hoy, voy a sentarme y esperar...”

Y así lo hice...

El problema es que para contaros esta historia no voy a empezar por donde se empiezan normalmente las historias... O bueno, si, pero no seré yo quien os la cuente, sino una buena amiga,
que, como tantas otras personas importantes en mi vida, apareció por casualidad.

Deb (para los amigos) es casi tan yo como yo misma, puede que incluso más. Ella, como iba diciendo es la parte de mi más madura, la que tiene la cabeza mejor puesta en su sitio y por tanto, la
que mejor escribe y por ello le dejo a ella contar el principio de esta historia:

Hoy cocino para mi.

Manos a la obra: hoy toca champiñones revueltos; receta propia. No se por qué no como sola más a menudo... bueno, siempre que puedo lo hago en familia; y cuando no, es porque no tengo tiempo para el almuerzo. Lástima, porque me gusta preparar los platos a mi gusto. Champiñones, ¡a la sartén!

La ausencia de palabras, la concentración para preparar cada ingrediente, el juego de manos y
utensilios. Armonioso, sistemático, rápido. Picamos el chorizo y lo echamos a la sartén también;
mezclamos y añadimos un poco de aceite; fuego sin prisa pero sin pausa.


Ahora el toque personal. Esa pincelada propia con la que sazonamos la vida. Para algunos puede ser la risa; para otros, la ironía pero todos tenemos el nuestro propio. Para mí es el orégano. Algunas personas se conocen muy bien y otros, en cambio, tardan años. Hay personas que se miran en el espejo y lo ven vacío, si quiera un reflejo difuso. Hay personas a las que les lleva una vida conocer su vida y son los mayores extraños para su propia persona. ¿Por qué no ven lo fácil que es conocerse? ¿Por qué no ven lo fácil que es quererse?


Ahora batimos el huevo y cubrimos con él el contenido de la sartén. Aún así no veo claro que
apreciar quien soy me haya facilitado encontrar a más personas como yo. Al contrario, en cada
ocasión en la que me he visto reafirmando mi postura (llámalo cabezonería -no te contradigo), he visto cómo se me cerraban puertas. Muchas de ellas me han conducido a la mesa individual en la que me toca comer hoy. No te olvides de remover.


Entonces, ¿por qué no callo alguna que otra vez? Pues porque yo valgo más que ese silencio. La
persona que soy es el proyecto resultado de 21 años de trabajo, ¿cómo negar ahora una parte de mí? No. Prefiero ver cerrarse una puerta (tras otra). Ceder en mi personalidad para agradar a los demás no es una opción. Así soy he decidido ser; para bien o para mal. Claro que nadie es
perfecto, pero si se me quema la comida hoy... mañana me acordaré de rebajar el fuego.


Muchas palabras cruzadas a destiempo y oportunidades estrelladas en la pared me han conducido hasta aquí. Un salvamantel y un servicio (de momento). Pero no por ello me detengo, no.


Sigo cocinando mientras espero que venga aquella persona que, entre tú y yo, convierta el
almuerzo para uno en cena para dos. 


¡Buen provecho!


Veis lo que os decía. Deb es un Gran Reserva cuando yo solo soy un vino joven de garrafón, de esos con sabor afrutado (eso si) pero bueno, el caso es que aquí comienza mi historia, cansada de cocinar para uno...

Soy buena cocinera, de pequeñita mi madre me dejaba horas y horas delante de la tele y como mi
hermana se pasaba la vida delante de un folio en blanco intentando escribir rimas que conformasen el más bonito de los poemas, aprendí casi todo lo que sé de la caja tonta, y así me fue...

En aquella época el prime time de las televisiones aún merecía la pena y como decía crecí viendo un programa que muchos recordaréis, “Con las manos en la masa” y su posterior spin off en otra
cadena “Rico Rico” Total, que en mi vida nunca faltó el perejil, y ese es justamente mi ingrediente
estrella.

El problema es que, si bien entre los fogones me siento cómoda, nunca había podido ajustar las
unidosis, como si supiera desde siempre que a mi lado debería haber otro comensal y ya ves,
serendipias de la vida me lo encuentro en un teatro en una función de Magia, pero eso es una
historia anterior.

Pero bueno, ahí me tenéis a mi, en un pasillo, resignada a seguir cocinando solo para uno el resto de mis días y el universo a punto de conjurarse para que mis planes no pudieran ser llevados a cabo y es justo en ese instante donde empieza mi receta. Mi primera de ellas para dos:

Solomillo a la manzana en salsa de vino blanco:

El truco elemental de la cocina es saber los tiempos de cocción de cada uno de los ingredientes, si
pones uno que se hace con mayor rapidez este se termina quemando y si lo haces al contrario, algo no queda bien y eso se acaba notando.

Pasa como en la vida: No puedes poner la razón antes que el corazón , algo no liga bien, es como si
la salsa que permite que todo sepa mejor no funcionase con el plato que queremos hacer... o si
pones la física antes que el amor, al final la relación se acaba chamuscando y allí solo quedan
cenizas, así que lo primero que pondremos en nuestro caso es la Cebolla.

La cebolla es un ingrediente interesante, uno de mis favoritos. Al principio te hace llorar si no la
tratas con el cariño suficiente, pero una vez cocinada con amor le da el toque perfecto a casi
cualquier plato.

Si me permites, es como las relaciones de pareja: Nos empeñamos en buscar y buscar entre mil
rostros al hombre de nuestros sueños, soltando cientos de lágrimas por el camino cuando algo sale mal y al final, el chico perfecto está donde menos te lo esperas.

No tengo la clave para decirte cual de todas las cebollas del huerto será la que no te haga llorar (que más quisiera) y tal vez yo en este momento tenga entre mis manos una de esas cebollas engañosas que comienzan a escocerte los ojos cuando ya las has echado en la olla (esperemos que no) pero lo que si te puedo decir es que no desistas nunca, al final, las lágrimas de las cebollas no son siempre amargas como al principio puedan parecer.

Bueno, pues eso, cortar la cebolla en pétalos y dorar a la sartén en un poco de aceite, que salten
bien, con un poco de calor, en su justa medida, y cuidado no te vayas a pasar!

El siguiente paso es poner un poco de picante.

Tampoco te pases con esto. 2 o 3 dientes de ajo es lo necesario para dar ese gusto gracioso a nuestra receta que le da el punto necesario para mostrar de qué va nuestro juego. Es como entrar a un Bar y guiñar un ojo, mostrar una sonrisa... Ese juego de insinuación que tanto nos gusta y que sin ellos la vida perdería muucho, pero mucho de su sabor.

Ahora ya podemos añadir la Sal. Solo un poco, para que la cebolla coja sabor, algo tan suave como un beso en la mejilla o un “te quiero” susurrado en la oreja, un toque al fin y al cabo.

Es el momento de nuestro ingrediente secreto. Bueno, en mi caso son dos (o tres, depende del
plato... y del momento). Uno personal, el perejil (ya lo dije antes), y otro que no pienso desvelarte,
porque es tu propio toque, ese ingrediente que hace las veces de firma en tu obra final.

Ironía, humor, inteligencia, astucia, sensualidad o simplemente una caricia o un beso en el lugar
adecuado en el momento justo. Solo cuando hace falta... Todo vale en este juego!

El punto álgido de nuestro plato viene en este instante, es hora de echar el Solomillo. Al gusto, muyhecho, poco hecho, medio punto... Para gustos los colores, como se suele decir...

Pero el problema de cocinar para dos es que puede que para uno esté poco hecho y para otro
demasiado, y es en este preciso segundo de la relación donde surgen los roces, inevitables, por otro lado, en cualquier pareja, pero si se saben superar... todo sabrá mucho mejor cuando pase el
aguacero.

Y como después de cualquier tempestad llega la calma... es la hora del toque frutal: la manzana!

Córtala a daditos, suave, manejando el cuchillo como si de un pincel se tratara, dándoles forma,
moldeándolos despacio, con movimientos certeros y cuando estén listos, añadir a la satén y calentar a fuego lento hasta que se deshagan un poquito, para darle la textura necesaria a nuestra salsa.

Cuidado con esto, pues los daditos de manzana son como los chicos, como hagas un movimiento en falso, olvídate! y con un golpe de calor más de la cuenta... pues... O peor aun es dejarlos frios, eso nunca te lo perdonan.

Al final solo queda añadir un poco de vino, porque como en cualquier relación, con una copa en la
mano, se disfruta más.

La cantidad, al gusto, pero eso si, consumo responsable.

A mi me gusta solo un vasito, o uno y medio. Y dejar reducir hasta que quede la salsa justa para las raciones que queramos preparar y es que si hay más de la necesaria... algo siempre sobra y eso, en una pareja nunca es bueno.

Ah si, algo que se me olvidaba, en la cocina, así como también en la vida surgen complicaciones...
Hay que saberlas resolver en el momento (nada de dejarías macerar con el tiempo), improvisar en
su justa medida y por supuesto, aprender a ser multitasking =) si no.. apañados vamos...

Pero lo más importante de todo, con diferencia es saber esperar para degustar nuestro plato. Perseverar y aguardar el momento preciso para dejar que acaricie nuestro paladar, perfectamente
hecho, acariciando cada uno de los rincones de nuestra boca, como un buen beso intenso.

Y eso es todo. Espero que lo disfrutes como disfruté yo de mi cena para dos. Aquí te dejo mi receta recién salida del horno.

Bon Appetit!



P.D.: Si quieres ver más del blog de  mi amiga, puedes hacerlo aquí. Entre tú y yo, no te arrepetirás.

1 de junio de 2011

Magia


Magia. A esa palabra reduzco lo que ha sido mi fin de semana. 

Si, en medio de los exámenes, con una borrasca en ciernes y a mi no se me ocurre otra cosa que meter de lleno a la magia en mi vida, pero empecemos por el principio…

¿Qué es la magia? Alucinad, toda una escéptica de los pies a la cabeza como yo dejándose llevar por el lado oscuro de la magia y es que cuando te falta un poco de ilusión en la vida,  esta aflora hasta en los sitios más insospechados… y es que la magia es eso, ilusión, el dejarse llevar por lo que pueda venir sin hacer preguntas, el dejarse sorprender por la persona más cercana a ti, todo eso es algo que se nos olvida a los mayores cuando llegamos a cierta edad, esa edad en la que las responsabilidades superan a la necesidad de pasarlo bien, aunque sea un instante, en un mundo de locos.

Y así empecé el sábado por la noche. Una conversación en Twitter y ya estaba liada. ¡Si es que no se nos puede dejar solas!.

Total, que media hora después estaba subida en un coche camino de un lugar en el que nunca había estado y que si me hubiesen dicho un par de horas antes que iba a echar de menos cada segundo que no pasase allí les hubiese dicho que estaban locos.

Pues nada, dicho y hecho, allí que nos plantamos.

“Hola Chico Multitasking, ¿hubo suerte en localizar al Mago?”

Pero no fue el caso, el Mago debió pensar que como nada es lo que parece en su mundo, nosotras estábamos de broma y tampoco nos apareceríamos por el local…

Pero en fin, sigamos con lo nuestro… Poco me hacía pensar que allí nada era lo que parecía y que hubiese Mago o no, aquel lugar exudaba magia por cada uno de sus... focos.

El Chico Multitasking, informático de profesión, fotógrafo de corazón, aquella noche DJ porque le tocaba (y otras muchas cosas que iría conociendo a lo largo del tiempo y que pienso seguir descubriendo), nos informó amablemente que no había podido ser, pero que por favor nos tomásemos algo y nos quedásemos un rato.

“Chicas, una cosa más, ¿puedo hacer una foto?” “Pues claro, ¡si!”

La terraza magnífica, la compañía mejor, así que después de una copa bajamos un rato a bailar y oye, que la música no estaba mal. Pero que nada mal.

Ni rastro del “chumba chumba” al que estaba acostumbrada en los bares y pubs de marcha más cercanos a mi ciudad, así que ni corta ni perezosa mandé un Twitt “¿Está la gramola abierta? ¿Hay algo de Bon Jovi movidito?” yo siempre fiel a mi estilo…

¡Anda! Pues si, la gramola estaba abierta, si.

“Bea, esto está petado, y si vamos con el chico Multitaskin y así hacemos compañía…”
“¡Hola! ¿Qué hay? Mola esto y tal…”

“Hola  tengo algo para vosotras”. Y qué grata sorpresa la mía cuando descubrí que el Mago no era él único que hacía magia en ese local… y es que todo se contagia un poquito de ilusión cuando la magia está presente.

Lo que vino a continuación creo que no podré olvidarlo, no sé si porque me sorprendió de veras, o porque creo que es el mejor detalle que han tenido nunca conmigo, el caso es que aunque intenté disimularlo Multitasking me pilló a la primera, así procuré hacerme la dura mientras me secaba los ojos de pura alegría.

Pero la noche no había hecho más que empezar.

Cuando estoy en un sitio me gusta observar, contar mentalmente la historia de la gente, lo llevo haciendo tantos años que pocas veces suelo equivocarme ni tan siquiera en los detalles más pequeños.

Una chica allí a la que acababa de dejar su novio y que solo buscaba un rollo de una noche. Un chico al otro lado de la pista al que le gustaba coquetear con una y con otra o aquel otro señor que solo estaba intentando demostrarse a si mismo que seguía siendo el rey de la pista. Un grupo de chicas de despedida de soltera y otras amigas que solo habían salido a divertirse un sábado por la noche. Gente de todo tipo, vamos.

Pero… “¿Y él?, ¿qué me dices de él?”. Uhmmm ¡vaya! poca cosa, informático, fotógrafo, Dj, Mago… La verdad es que nada de eso le pega demasiado… ¡vaya! esto nunca me había pasado… “Pues eso, que no tengo ni idea”. Y encima  se queda mirando, pensando… y no tengo ni idea… madre mia, que vergüenza (cosa que no echaba en falta desde hace mucho tiempo).

Total, a las 5 de la mañana, después de clásicos de los 70-80-90, greatest hits del momento, un George Michael que solo apareció en foto, salsa, merengue y todo lo que pudimos pillar además de convertir a mi amiga en Dios por 3,45 minutos que dura una canción de Tony Tun Tun decidimos despedirnos del Chico Multitasking y del bar de blanco hasta después de los exámenes.

Coche para el pueblo vecino y yo con el móvil en la mano. “¿Puedo hacerte una pregunta?” maravilloso invento este del WhatsApp.

La contestación se demoró un poco, pero la respuesta a mi questión me hizo acostarme con una sonrisa en la boca. Cosa rara, por estas fechas en mi persona.

Domingo. Me levanto como me acosté, con una sonrisa de oreja a oreja y sin posibilidad de borrarla de ninguna manera.

“Bea, ¿como voy a ir al bar otra vez? Y a quien engaño yo para que me traiga hasta aquí…” “Bea, a mi también me encantaría ver al Mago, pero chica…” pues nada, a las 9 de la noche ya estaba de camino hacia allí por segundo día consecutivo.

“¡Hola Chico Multitasking! ¿Ha llegado el mago?” “Si, si. Está arriba, vayan subiendo”. “Pero ahora vienes ¿no?” “Claro, dame cinco minutos”.

Resumiendo, que en un plan de locura, de un momento para otro, me encontré con mi amiga, el Mago, el Chico Multitasking y una de sus amigas, mi hermana y otra amiga, uno de mis amigos de la facultad que a su vez había llevado a otros dos chicos y al primo del mago con su novia. (Que por cierto, qué chico tan majo).

La noche insuperable, el mago regalando ilusión, como siempre y lo peor es que nos da las gracias por ir… ¡Vega ya! Gracias a ti por permitir que todo esto sea posible.

La conversación es inmejorable, un poco de ciencia, un poco de fotografía, un poco de magia, y yo que no me canso de seguir descubriendo cosas del chico Multitasking.

Madre mía, y pensar que todo empezó por una noche en un pub con nombre de comida para osos panda al que no pensaba ni ir, y que siguió con un concurso con streaming incluido en el que fue la primera vez que me tocaba algo.

Supongo que es porque todos tenemos un momento para la magia, para la ilusión, para encontrar a alguien que cambie tu forma de pensar y dejarte sorprender por ello.

La mía fue ahora, justo a tiempo. Justo para recordarme que no hay que perder la ilusión, que los sueños existen y se cumplen, que la magia existe y que hay personas pueden sorprenderte día a día y arrancarte una sonrisa, ylo peor de todo es que la adivinan a través del WhatsApp.

Gracias Chicos por haberme permitido encontraros, pero sobre todo, gracias por la magia.

Narvalia Midnight.

27 de mayo de 2011

La amistad está sobrevalorada.

Si si, lo que oye Dr. Sandström. Lo ha conseguido, el único punto que me propuse que no cambiaría de mi, lo ha borrado de un plumazo y lo ha rehecho a su antojo.

Aunque para ser justos, he de decir que la culpa no es solo suya y es que a pesar de lo que piensen muchos, medicina no es solo una carrera más, sino varias en una y yo, aquí, a mitad del camino, (ya no de la Licenciatura en Medicina, sino del "maravilloso" Grado en Medicina y Cirugía) puedo decir que tengo el Doctorado en Ciencias de la Vida.

Y no, no me refiero al doctorado de esa, la carrera de mis sueños, que es Biología, sino al auténtico doctorado que solo te da el conocer a la gente a la primera mirada, al primer gesto, al primer intercambio de palabras, lo que te gusta y lo que no te gusta de ellas, y es que, después de 21 largos años recibiendo golpes por el mismo lado, una se cansa de encajarlos y va tejiendo poco a poco una coraza a base de desengaños que, si bien no te evita el seguirte enterando de todos y cada uno de los batacazos de la vida, al menos te ayuda a mitigar el dolor.

Si es que me río por no llorar, y creo que usted esto lo comprende bien, el problema es que también ha entrado en su juego. Y si no, cual es la diferencia entre amar a alguien y solo parecer que lo hace, la diferencia entre dar una palmada en la espalda de un compañero cuando en realidad lo que haces es clavarle un puñal bien dentro, lo suficientemente profundo como para que este no se de cuenta de que lo lleva cuando se mira frente al espejo?

Lo creía diferente, al mundo me refiero, ese que hay fuera de las paredes y ventanas que parecen caerse de mi facultad. Ahora se que lo es, pero de forma distinta también a como yo lo había pensado, al final es como todos, un poco de máscara por aquí, un poco de maquillaje en lo que quiere que aparenten conocer de él y el resto, apáñatelas como puedas si quieres averiguar algo que se salga de la norma y es que al final es como un gran fantasma de la ópera, aquel que enseña todo lo que sabe a una pobre inocente cualquiera, habitante despreocupada de él mismo, la deja marcada para siempre y luego desaparece sin dejar más rastro que una rosa roja con un lazo negro.

Ains! Ese mundo tan tuyo como mío pero que yo cada vez siento más extraño.

En fin, no sé que esperaba cambiar en un trozo de espacio tiempo donde reina la ley del más fuerte, del mayor engaño, del "yo tengo más poder"... no sé que pretendía cambiar, pero al menos lo he intentado, todos estos años, los 20, sin esperar nada a cambio, sin pedirlo, sin flaquear más de 2 segundos seguidos, intentando encontrar a alguien que realmente me apoye a conseguirlo y siempre sin encontrarlo...

En fin, qué le vamos a hacer? Algún día llegará ese amigo con el que poder compartir sueños, esperanzas, ilusiones, trabajo, alegrías y desengaños a partes iguales, por ambos lados. Alguien a quien no tenga que reprochar nada, o él a mi, que no tenga que decirle que luche, que lo siga intentando, que todo tiene su recompensa. Solo lo sabrá. Mi fiel escudero... Aquel al que yo también apoyaré en sus gestas sin dudarlo un solo momento...

Hasta que lo encuentre, seguiré pensando lo mismo, que la amistad está sobrevalorada.

6 de mayo de 2011

La vida es un teatro.

La vida es un teatro. Si ya me lo decían a mi, todo el mundo miente. La cuestión es saber cómo, cuánto, porqué y a quién. Cuánto de nosotros mismos ponemos en el personaje que interpretamos y cuánto de él decidimos creernos.

Así de claro. La vida es puro teatro. Nos pasamos nuestra existencia intentando engañar al prójimo, tratando de esconder aquello que no nos llega a gustar de nuestra propia personalidad. Nos inventamos un autentico papel que podemos ir moldeando a nuestro antojo a lo largo de nuestra existencia y con un poco de suerte, a lo sumo, solo una o dos personas son capaces de tirar a la basura esa mascara que se ajusta a nuestro rostro, de forma tan perfecta que a veces se te olvida que la llevas puesta.

Algunas veces mentimos deliberadamente, otras ni siquiera nos damos cuenta de ello, la cuestión es que por una cosa o por otra, todo el mundo miente.Da igual que sean pacientes, médicos, profesores, amigos, familiares o cualquier otro lazo que te una tu semejante.

Mira a la persona que más cerca tengas en este momento y pregúntale, pregúntate, "¿has mentido alguna vez?" si la respuesta es no, MECK! Error, Primera mentira. El resto, bueno, digamos que lo importante es venderse bien, lo demás sobra.

Pero ¿qué pasa cuando llega alguien, de repente, y es capaz de mirar más allá de la capa de maquillaje que esconde tu rostro? Nos lo podríamos tomar como una oportunidad de empezar de cero, sin antifaz, sin nada que distorsione lo que realmente somos, pero en vez de eso, nos empeñamos en tatuarnos a fuego esa mentira que queremos que perdure para siempre...

Tómate un momento y piensa... ¿Cuál es la mayor mentira que jamás te has contado? La mía te la digo, no tengo reparos en contártela:"todo el mundo miente... Excepto tú".

Y así vamos...

1 de marzo de 2011

Tu plan de acción.

Corren tiempos difíciles en el mundo laboral, el paro crece cada día un poco más y ya no vale tan solo lo preparado que estés,el número de cursos a los que hayas asistido o la cantidad de títulos que tengas. Si quieres conseguir un buen trabajo tienes que destacar, ser diferente al resto y esto no es siempre tan fácil como parece.

Gonzalo Ascanio a través de su página tuplandeaccion.com te da ciertas claves de como conseguirlo gracias a la aplicación de herramientas propias del marketing al mundo laboral.

Os preguntaréis entonces qué es exactamente un plan de acción. Pues bien, un plan de acción consta inicialmente de tres sesiones donde se tratan diversos temas relacionados con la persona que quiere comenzar la acción:

.- Análisis previo de la persona: Análisis básico del cv de la persona y del perfil, realización del plan de acción para dicha persona.

.- Presentación del plan de acción: Mejoras a realizar en el cv según perfil, por donde empezar, por donde buscar, webs, agencias, direcciones, mails, contactos, formación complementaria.

.- Seguimiento del plan de acción: Seguimiento en la realización del plan de acción, tu eres el protagonista, pero una ayuda en el camino siempre viene bien.

Así que ya sabes, si te interesa el tema en cuestión no esperes más y entra en www.tuplandeaccion.com

30 de enero de 2011

Cuando quiere llover y no llueve...

Para la gente que realmente me conoce no es un secreto la admiración y profundo respeto como profesional que siento Por Risto Mejide, que se multiplica de forma exponencial (si esto fuera posible) al leer cualquiera de los capítulos publicados en sus, de momento, dos libros.

Él es capaz de algo que otros, con años de experiencia jamás se acercarán a conseguir, y es que al leerle uno se siente plenamente identificado con ese conjunto de palabras que te hacen reir, soñar, cabrearte, llorar o simplemente disfrutar.

Uno de los mejores ejemplos que puedo dejarles es este, que descubrí hace tiempo en su sección ya desaparecida del Diario Público.

Hoy, a pesar del par de añitos que lleva acompañándome este texto, sigue definiendo una parte de mi de forma casi perfecta.

"Cuando quiere llover y no llueve se secan los pantanos de ideas. Cuando quiere llover y no llueve se agota la melancolía, el agua de los artistas, la sed de los solteros y de los que no están cansados, también. El cielo envida tormenta, el día nos miente sobre su edad y entre tanto farol mal calibrado, todos acaban alumbrando sobre mojado.

Cualquier tarde huele a domingo, cualquier tontería suena a canción. Dos notas mal puestas y ya recuerdan a un fado. Unos acordes trasteados, y ya suenan a blues. Suerte que están Chet, Ella, Billie, Dinah, Louis y Frank.

Suerte que están Duke, Earl, Miles, Sarah, Nina y Nat.

Hay que ver qué pocos colores siguen vivos cuando quiere llover y no llueve. La mayoría de tonalidades reptan moribundas hasta la retina, a medio camino entre el gris de los banqueros grises y el negro de sus cuentos corrientes para no dormir. Incluso a los más agraciados se les sube el pálido fluorescente de ascensor, ése que nos sienta a todos tan bien.

Vivimos de reojo cuando quiere llover y no llueve. Nadie se atreve a hacer planes, se aplazan las ilusiones más frágiles, que son las cotidianas, y así no hay forma humana de sonreír, ni mucho menos de sonreírse. Además, en cualquier momento todo puede precipitarse, y habrá que buscar con urgencia ese sofá que regale abrazos y esa manta voladora que nos transporte tan lejos como lo permita un "the end".

En fin, quizás por todo ello, cuando quiere llover y no llueve, uno desea que, aunque jamás vaya a ser a gusto de todos, descargue ya violentamente o que suene de una vez un rayo de sol, pero que por favor el clima se defina en toda su contundencia.

Como aseguran los expertos, cualquier ambigüedad, empezando por la meteorológica, es el principio de toda ansiedad. Y a mí, este casi me está matando la última oportunidad de pedirte perdón.

El mundo a punto de todo, las cosas a medio sentir y yo con estos celos. Celos de no estar contigo, de no verte mucho más. Celos de no sentirte mucho menos. Celos absurdos incluso antes de estar en celo. Celos humanos de ti, que rozas lo divino.

Y mientras siembro este sinsentido, una borrasca cíclica y anticiclónica anticipa litros de chubascos bajo ese par de pupilas tuyas rodeadas de nubes. Mientras me expongo a tanta inclemencia, marejada tú de tanta discusión, crecen bucles de inestabilidad con tendencia a cualquier cosa menos a desaparecer.

Todo esto cuando quiere llover y no llueve.
Todo esto cuando quiero querer y no quieres.

Cuando estoy suplicando que te quedes…

…y ya hace rato que te vas."

Risto Mejide.

2 de enero de 2011

Amaral...

Venía hoy, como siempre cavilando, cabizbaja, con la mirada clavada en un punto indeterminado del asfalto, a unos centímetros por delante de mis pies, dubitativa, pensando hasta que punto merece la pena lo que siento... y de repente, en mi reproductor de música suena una canción.... una melodía perfecta para hoy, en el justo momento en el que sentía que me hundía...

Descripción perfecta del mundo....

Por que este mundo no lo entiendo
Por que hay verano y hay invierno
Hay alegría y dolor
Hay una cara y su cruz.

Nos conocimos en Enero
Y me olvidaste en Febrero
Ahora que es 15 de Abril
Dices que me echas de menos
Y yo me quiero reír

¿Qué le voy a hacer si el pasado nunca vuelve?

Toda la noche en la calle
Y cuando llegue el nuevo día
Dormiremos a la orilla del mar.

No se si quiero que me quieras
O si me vale que me entiendas
No se que pinto yo aquí
dijo un torito en la arena
Si solo quiero vivir.

¿Qué le voy a hacer si mañana nadie sabe?

Toda la noche en la calle
Y cuando llegue el nuevo día
Dormiremos a la orilla del mar
Cuando llegue el nuevo día
Dormiremos a la orilla del mar.

Este es el mundo de los 2
Sin sentido pero tuyo y mio
Este es el mundo de los 2

¿Qué le voy a hacer si mañana nadie sabe?

¿Qué voy a hacer si el futuro esta en el aire?

Toda la noche en la calle
Toda la noche en la calle hoy.
Toda la noche en la calle
Y cuando llegue el nuevo día
Dormiremos a la orilla del mar

Cuando llegue el nuevo día
Dormiremos a la orilla del mar.
Por que este mundo no lo entiendo!


29 de noviembre de 2010

Esa maldita gente...

Esa maldita gente que es capaz de arrancarte una sonrisa aun en la más oscura de las noches.

Con temporal y todo.

Gracias mi cantante de hierro. ¿que haría yo sin ti?

Y dile a tu padre y a tu tio que no me vacilen, que luego me lo creo!!

15 de noviembre de 2010